Restaurando taburetes – catres y banquetas

Conchi

22/12/2014

Sabías que: La historia del taburete como la del cojín se remonta a muchos años atrás, elementos tan comunes en nuestros hogares. El taburete, es el más humilde de los asientos que se conocen, el más incómodo y probablemente uno de los primeros que se usaron. A pesar de su humildad e incomodidad seguirá usándose, porque es un mueble simple que se integra muy bien en cualquier decoración  y ocupa poco espacio. El cojín, a parte de ser un complemento muy cómodo para utilizarlo en el sofá o en las sillas de casa, es un pequeño-gran detalle a tener en cuenta para tener un buen confort y decorar el hogar.

En el comedor, todas las sillas tienen un cojín, ya que son sillas de enea, ¡me encantan! tienen sus años y gracias al cojín, están super bien cuidadas. Exactamente las sillas las tengo 23 años, en los cuales muchas veces he cambiado los cojines tanto de forma como de color, al igual que los taburetes con patas en forma de tijera que estos han cambiado junto con los cojines. No se si a vosotros os pasa, pero yo a veces no puedo resistirme a hacer un cambio de ciertos complementos, cambian por completo una estancia, a veces no se si lo hago por necesidad de sentir que las cosas evolucionan o por que necesito hacerlo para no estancarme, lo que si se cierto es que la siguiente frase de Henry Ford es cierta, “Nadie cambia si no siente la necesidad de hacerlo”.

Ha pasado una semana desde que publiqué mi último post, llevo una semana cosiendo y tapizando a ratos, necesitaba quitar el color verde y poner un color más neutro, esto imagino que también tiene que ver con las diferentes etapas de la vida, del estado de ánimo de una persona…

Los cojines de las sillas y los taburetes eran de color verde, al ser verde acido resaltaban mucho en la decoración, esta ha sido la primera vez que yo los he restaurado, siempre los llevaba a un tapicero amigo mío que me gusta muchísimo cómo trabaja, pero esta vez me decidí ha hacérmelo yo, la verdad que para estas cosas la paciencia es lo que manda, porque sin paciencia el trabajo nunca puede salir bien,  estoy contenta de como ha quedado, pero imagino que la próxima vez me costará menos.

Los taburetes sobre todo han costado más trabajo de hacer, porque el tapicero los desmontaba por completo y yo ese trabajo no lo he hecho, primero tapice la parte de arriba, que como la tela transparentaba el color de bajo verde ácido, tuve que poner entre el taburete y la nueva tela relleno de lana, primero grapar al taburete con pocas grapas el relleno y luego encima del relleno la  tela con muchas grapas para tensarla lo máximo posible, las grapas las disimule con cinta de pasamaneria para tapizar beige.

Una vez la parte de arriba terminada, las patas si que me entretuvieron mucho y tuve que hacer muchos empalmes por la forma de tijera que tienen, pero al final con pegamento de barra, las grapas y algo de puntilla, los empalmes de la tela han quedado bien y las puntillas han servido para disimular los empalmes, parece parte de la decoración del taburete.

Los cojines, simplemente saque el patrón de los anteriores y fijándome mucho como estaban los otros, los imité, con tela de lino en color crudo, eso si en vez de lazos como tenían los de antes, estos solo tienen un nudo, me parecía que ese detalle simplificaba el cojín.

Ahora si que puedo decir que ha desaparecido el verde, un detalle curioso es que el verde me encanta, pero también tengo facilidad de cansarme de él, más cuando se trata de verdes ácidos. Pero para eso está la imaginación, que es la base más importante para desarrollar nuestras ideas.

Como siempre espero que os hay gustado y Felices fiestas!

Conchi.

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El autor

Conchi.

Apasionada por los animales, la naturaleza, los rastros y las cosas viejas que nos enseñan historias pasadas. Enamorada de la restauración, coleccionista nata y amante de todo lo que tenga que ver con la creatividad.

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