Bolso a partir de un vestido marinero

Conchi

12/12/2014

Decía Richard Bach en su libro “Ilusiones” que:

El potencial del ser humano es muy grande, sólo necesita ser descubierto y utilizado conscientemente. El hombre tiene la capacidad de imprimir fuerza a aquello en lo que cree, puede creer lo que quiera y además, hacerlo posible o negar su existencia. El hombre posee mente y cuando la mente imagina, quiera o no está creando un sueño. Un sueño al que si se le da vida y fuerza acaba haciéndose realidad. Todo depende de la fuerza que se le imprima.

Tenemos la capacidad de soñar…. tan pocas veces empleada que, puesta en funcionamiento permite abrir las puertas a un mundo diferente, lleno de esperanza para todos los seres humanos, sin distinción de ninguna clase. Y cuando el hombre se niega a soñar, está cediendo ese espacio a otros, perdiendo su soberanía, cede espacio al inmovilismo y a la comodidad que genera este falso estado de bienestar que otros le hacen creer.

Después de estas palabras tan bonitas, hoy voy a hablaros de un vestido, que me compre hace 2 veranos y el primer verano no lo utilicé, me pasa pocas veces, pero hay que reconocer que alguna u otra puede pasar. Cuando te lo pruebas piensas que te queda bien y en casa empiezas a ver los defectos que pueda tener.

A principio de esta primavera cambiando la ropa del armario de invierno a verano, apareció el vestido marinero, enseguida me vino a la cabeza reciclarlo, era una pena que quedara otra temporada de verano dentro del armario.

Así lo hice, me hice un top, simplemente tuve que cortar la parte debajo del vestido y hacerle una orilla a la parte debajo del top. La tela que sobró me la guarde y me ha venido muy bien para reciclar un bolso de plástico el cuál se estaba rompiendo por las asas.

Al ser de plástico el bolso, las asas aunque en la foto no se aprecia, estaban rasgando el bolso y en principio lo arregle por dentro con cinta adhesiva blanca, pero luego ya no me gustaba, cada vez se hacia mas grande el corte, a punto de tirarlo a la basura, pensé que era una pena y que a lo mejor podía ¡reciclarlo! Entonces lo imaginé con la tela de lunares del vestido marinero que me había sobrado.

Era otro de mis trabajos pendientes y esta tarde lo he hecho en un rato, lo primero que he hecho ha sido quitar el lazo, que como estaba puesto con una chapa con tornillos ha facilitado mucho el trabajo y luego la tela azul de lunares blancos la he pegado con la barra de pegamento que siempre utilizo (glu-xtreme de instant), he tenido que cortar la tela para que el asa quedara en su sitio, los cortes los he disimulado con puntillas, que estas también me han servido para bordear todo el bolso para que no quedaran los bordes feos e incompletos. He vuelto a poner el lazo, haciendo 4 agujeros en la tela con la tijera para poder pasar los tornillos y aquí os dejo el resultado.

Le he sacado partido al bolso y lo mejor de todo ya no lo tengo que tirar, “que de tirar no se gana nada”, quiero deciros que la imaginación es muy importante para sacar ideas y sobre todo provecho de las cosas.

Despedirme con una frase:

Sin imaginación no somos nada

Hasta el próximo post!

Conchi.

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El autor

Conchi.

Apasionada por los animales, la naturaleza, los rastros y las cosas viejas que nos enseñan historias pasadas. Enamorada de la restauración, coleccionista nata y amante de todo lo que tenga que ver con la creatividad.

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