Empapelando azulejos en la cocina

Conchi

05/12/2019

La cocina es una parte muy importante de la casa, nosotros pasamos mucho tiempo en ella, en nuestro caso la usamos también como oficina. La oficina que tenemos es más pequeña y tiene menos luz, así que para manejar dos portátiles la cocina es estupenda. Hemos hecho un montón de cambios en ella desde que vivimos aquí, pero el principal nunca se hizo. Este paso era deshacerse de los azulejos de la pared. Las casas ya diseñadas es muy difícil que cumplan todas las expectativas de su dueño, aunque estén súper bien distribuidas, bien de espacio, bien de situación, la decoración es una cosa tan personal que siempre falla algo.

Originalmente los armarios de madera color nogal estuvieron sin tocar durante un tiempo, después lacamos solo las puertas en amarillo dejando la estructura de la cocina en color nogal, cuando nos cansamos del color amarillo, atenuamos el ambiente pintando algunas puertas en color verde agua y otras en azul turquesa consiguiendo hacer desaparecer bastante el amarillo. Ya en la última restauración se quitó el amarillo por completo, cambiando el amarillo por el blanco, quedando solo un armario decorado con decoupage en Vichy amarillo. Los azulejos siempre los hemos tenido presentes y nunca nos han gustado, no queríamos invertir mucho tiempo en el cambio y tampoco mucho dinero, después de mirar varias opciones, madera, pintura… lo más barato y limpio era empapelar los azulejos y ya lo habíamos hecho anteriormente en otras estancias.

La elección del papel resultó complicada, los papeles lavables son más caros, la constitución es mucho mejor y puedes encontrar rollos de papel súper bonitos, que desgraciadamente eran los que nos gustaban, así que me olvidé durante unos días del tema. Unos días después mirando papel por internet para otro sitio que vamos a empapelar más adelante, encontré este papel que hemos puesto. El papel estaba muy bien de precio y encima es lavable. La idea es que si nos cansamos de él, poderlo cambiar y que no nos duela, así que lo compré en Reino Unido por Ebay, por cierto la entrega muy bien, llegó antes de lo previsto.

Una vez el papel en mano junto con la cola de empapelar nos pusimos a la acción. Limpiamos bien los azulejos, no pusimos ninguna imprimación y tampoco tapamos con yeso las juntas que es como realmente se hace para que quede lisa la pared, no lo hicimos por dos motivos, la cenefa sobresale mucho y no la íbamos a quitar pues la idea es en un tiempo poder quitar el papel y cambiar la decoración o dejar la pared original. Vuelvo a insistir que para que quede bien el papel, la pared tiene que estar lisa, si luego de poner el papel no queda liso es porque lo hemos decidido nosotros. La imprimación no es necesaria, hemos empapelado ya varias habitaciones con azulejos y siempre la cola nos ha funcionado sola (en nuestros trabajos).

Para poner el papel hace falta una escalera, trapo mojado, una espátula de goma blanda (si no se tiene espátula se puede hacer una casera con algo rígido envuelto con tela) regla larga, una escuadra grande, lápiz, goma, metro, tijeras, cúter, cola, jeringa (para posibles burbujas) y alguna que otra herramienta para quitar las llaves de paso, enchufes… todo lo que impide que el papel quede plano. Luego de puesto el papel donde hay huecos se recorta para poner lo que vaya (enchufes, tapas de luz…) y donde hay salientes como las llaves de paso también se recorta con cuidado. Y por último lo más entretenido es cuadrar cada tira con la siguiente, madre mía! la elección de este papel fue barata pero ha costado de poner muchísimo ya que la tira que sigue nunca es igual a la anterior, va una tira de una manera, la siguiente de otra y ya la tercera como la primera… nunca nos había pasado, el dibujo así queda más bonito porque no repite tanto la secuencia.

Para terminar os digo que esto es una manualidad que requiere de paciencia porque hay que cortar, cuadrar y nosotros que no nos contentamos con poco, que si el armario amarillo ya no le va! la mesa con los azulejos azul cobalto no pega para nada! la cenefa del resto de cocina donde no va papel, como que no! como que es preciso tapar la cenefa también! (Hay dos paredes de la cocina que no hemos empapelado, una por proximidad al fuego y la otra por proximidad al agua) Así que de un día se nos ha convertido en un fin de semana, pero ahora ya esta y es lo que al final nos llevamos.

Todo esfuerzo tiene su recompensa

Os dejamos una galería de fotos con el transcurso del trabajo y no dudéis en preguntarnos si necesitáis saber algo, mi nombre es Conchi y escribo en el blog por eso a veces hablo en singular y la persona que me ayuda en todas estas aventuras es mi compañero de vida Eliseo, de ahí que también hable a veces en plural. Nos encanta el bricolaje, la creatividad y sobre todo la decoración.

Resultado

Muchos milagros no se pueden hacer a no ser que se empiece de cero, quitando los azulejos de la pared, cambiando las puertas de los armarios… pero eso iría contra nosotros, preferimos reciclar y que nuestro trabajo sea en la medida de lo posible reversible, además el bolsillo lo agradece.

¡Espero que os guste!

Conchi.

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El autor

Conchi.

Apasionada por los animales, la naturaleza, los rastros y las cosas viejas que nos enseñan historias pasadas. Enamorada de la restauración, coleccionista nata y amante de todo lo que tenga que ver con la creatividad.

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