Reciclar es reinventar
Cuando voy a Madrid me encanta ir a la Plaza del Cascorro. Los domingos doy la vuelta por todo el mercado y siempre termino en los Traperos de Emaús. Siempre salimos con algo de la tienda, aunque sea un libro.
En mi penúltima visita a Madrid, compré una banqueta que a primera vista no tenía mucho futuro, pero con un poco de paciencia podría cambiar por completo, el armazón se veía bien que es lo más importante ya que después la esponja, (que es el relleno), las cintas que van entrelazadas bajo de la esponja y la tela decorativa, es lo mas barato, cada uno puede utilizar lo que quiera e incluso con retales que tenemos por casa, este es mi caso.
Como la frase de arriba indica reciclar es reinventar y yo me lo veo todo hecho (todo reinventado de nuevo), no me da miedo invertir en un mueble que se que a la larga le voy a sacar partido. Pues bien la banqueta de color de madera oscura, con tela de pana verde y una pata un poco rota se vino a casa.
La pata la arreglo el abuelo de un amigo de mi hijo, que se ofreció y la verdad que se quedo como si nada, mi hijo pintó la banqueta de color blanco a pinceladas grandes y claras, para que se viese un poco la pintura de bajo y mi trabajo fue tapizar.
La banqueta cuando la desmonté; toda la parte del tapizado, la tela estaba sucia, la esponja estaba deshecha y le faltaban cintas. Lo primero quitar todo y quedarme con el armazón, fui a una tienda de tapizados y compre el trozo de esponja que me hacía falta, la cinta me la dio un amigo mío.
Entrelacé las cintas grapándolas al armazón del taburete (parte de arriba del taburete), muy tensadas, puse encima la esponja que antes había cortado utilizando como plantilla la anterior esponja.
El problema vino a la hora de buscar la tela, tenía varios retales que me gustaban:
Al final fijándome con el color del armazón, me decidí por la de cebra que al ser un color blanco roto y negro queda muy bien con cualquier decoración, son colores asociados al confort, serenidad, sensación de orden y limpieza, esta combinación para mi es de mis preferidas, creo que en cualquier ambiente tanto rústico, moderno, minimalista, antiguo… la mezcla de animal print y en especial de cebra, da un toque característico.
La tela llegaba justita, no me daba la vuelta para graparla por bajo, así que tensando lo máximo la grapé a los lados.
Con pasamanería de color crudo, tape las grapas (siempre utilizo Cola Extra-Fuerte en barra GLU-XTREME. Es de la marca Instant, se puede encontrar en las papelerías fácilmente), limpia, fácil de aplicar y resistente.
La parte de bajo del taburete, la tape con una tela de algodón beige, grapada al armazón y luego para disimular las grapas, una cinta también beige pegada con la barra de pegamento, esto evita el polvo, que se vean las cintas y la esponja, queda mas aseado!
Cuando ya tenía el taburete terminado me sobraba a penas un poco de tela, esa tela la utilicé para ponerla en los reposabrazos del taburete (con un poco de guata para acolchar).
En la foto de arriba, se aprecia la pintura decapada dominando el color blanco nieve, al final con pintura plástica de la marca “pajarita” color blanco marfil y con una esponja, le di un acabado a la madera blanco roto ya que la tela lo requería, el blanco de la tela con el blanco nieve de la madera no me gustaba.
Ahora tengo un mueble auxiliar con poco dinero! Y que me gusta mucho.
Espero que os haya gustado y si tenéis alguna pregunta, ya sabéis! Aquí estoy para responderos con mucho gusto.
“Todos tenemos un poder y una capacidad inconmensurables para reinventar nuestra vida”
Stephen Covey
Conchi Espejo.